El cineasta argentino Daniel Burman, director de "La suerte en tus manos", elogió el trabajo de Jorge Drexler en ese filme, hasta el punto de que le hizo olvidar que el cantautor uruguayo carecía de antecedentes en actuación.
"El primer día (de rodaje) Drexler llegó con tres páginas de guión totalmente memorizadas, con la intención exacta, sin excusas y totalmente preparado", destacó hoy el cineasta en una entrevista con Efe.
"Nunca recordé que no era actor", aseguró en referencia al buen desempeño del músico en su papel de un jugador compulsivo de póker.
Para Burman, el artista uruguayo "no es simplemente un actor o un músico", sino "una persona con un gran manejo de la empatía".
Drexler, ganador del Premio Óscar 2005 a la mejor canción original por "Al otro lado del río", del filme "Diarios de motocicleta", entre otros galardones, "es capaz de realizar un vínculo con el otro muy importante, y eso es la herramienta fundamental del trabajo de una película", agregó el cineasta.
El director y productor cinematográfico aborda las "sensaciones" que están alrededor de sus películas en "La suerte en tus manos. Apuntes y motivaciones de un director de cine", un libro con el que acaba de debutar como escritor.
"Me parecía interesante contar aquello que motivó la historia, que a veces quedó en la película pero otras no. El libro era el formato ideal para mostrar cosas que no podía poner en la película", explicó.
Pese a que el título de este libro es el mismo que el de su octava película, Burman presenta en él una serie de reflexiones que tienen que ver con otros filmes anteriores, y en general sobre cómo llega a la creación de las historias que cuenta en la gran pantalla.
"El motor del libro es acercar al lector al camino de la creación. Mi camino para crear una historia no es muy diferente al que transitamos todos, seamos cineastas, médicos o periodistas. Quizás nosotros miramos más las copas de los árboles que las raíces", dijo.
De esta manera, el director de "El abrazo partido" (2004), "El nido vacío" (2008) y "Dos hermanos" (2010) trata en las páginas de ese libro procesos de rodaje, vivencias que motivaron proyectos o curiosidades, como que es contrario a ver las películas después de haberlas terminado.
"De ninguna manera las veo después, me parece como ver una novia de la adolescencia que te encuentras casada y con hijos. Cuando veo una película veo el momento de la representación, donde estaba el catering, dónde estaba yo sentado... Es por eso que no la veo en mucho tiempo", explicó.
En gran parte de sus apuntes, Burman muestra también cierta influencia de lo religioso en sus películas, específicamente del judaísmo que le llega por el legado de sus padres, judíos polacos.
"Me gusta soñar que la vida tiene otras capas y la existencia no se reduce a lo cotidiano", dijo el cineasta nacido en Buenos Aires, que reconoce "La suerte en sus manos", su octava película, como un "punto de giro" en su carrera, y espera que tenga tanto éxito cuando llegue a España como lo ha tenido en Argentina.
"Siempre es un misterio qué pasará en otros lugares. Aquí la gente lo pasó muy bien, se conectó con aquello que yo quería contar, y espero que en España pase lo mismo", explicó Burman, que ya presentó su película en el Festival de Málaga, pero que no verá su estreno en las salas españolas hasta el 22 de junio.
El director argentino cree en un cine en el que el espectador pueda evadirse de lo cotidiano, una concepción de las películas como espacio para "jugar a ser otro" y salirse de "la carga emocional que tiene estar vivo".
"Uno no escapa en el cine de la crisis griega, uno escapa del peso de la propia existencia. Hay momentos sociales difíciles en los que uno necesita más oportunidades de escape, pero creo que el verdadero escape es de uno mismo, de sus propios miedos y temores", finalizó.
Cannes (Francia), 19 may (EFE).- El cineasta argentino Alejandro Fadel exhibe en el Festival de Cannes su primer largo, "Los Salvajes", un "falso western" en palabras de su creador, autor de guiones para Pablo Trapero como "Leonera" y "Carancho", donde ya se percibía la violencia que ahora muestra con imágenes propias.
"Podría ser un falso western, o una reflexión o casi un chiste sobre eso", dijo Fadel a Efe en conversación en la Croisette de Cannes, donde su filme se muestra dentro de la Semana de la Crítica, sección paralela del festival.
"Si el western hace un camino para construir una nación creo que 'Los Salvajes' es el camino para destruirla o hacerla desaparecer", explicó al referirse a este filme que comienza con la fuga de cinco adolescentes de un reformatorio.
La huida les lleva a un territorio boscoso, donde la naturaleza les rodea y donde protagonizan un viaje hacia el interior de paisajes salvajes, sin casi referencias de civilización, donde tienen que cazar para alimentarse, inhalan drogas y progresivamente son tragados por el entorno.
Sobre el origen del proyecto, Fadel detalló: "Con el tiempo fui descubriendo cómo se fueron juntando las piezas pero como en toda actividad creativa, es un poco desordenada".
"Yo creo que si soy completamente sincero tiene que ver con un mal año que yo estaba atravesando y con unas vacaciones buenas en un lugar que yo no conocía de Argentina, que es en la sierra de Córdoba", continuó.
"Y ahí lo primero de que me dieron ganas es de filmar ese lugar, que tenía un tipo de ríos que no son el mismo que en mi provincia, un paisaje que era similar al de donde yo me había criado".
"Mi juego era escribir una historia que pareciera una pequeña anécdota lateral de los textos antiguos, del Nuevo Testamento, como una historia muy pequeña que fuera casi atemporal", comentó.
Se considera "bastante cinéfilo" y menciona entre las referencias que tuvo en consideración la de Roberto Rossellini y su "Francisco juglar de Dios". "Esa es la película que a mí me hizo entender cómo narrar (...) hechos milagrosos de manera completamente material o terrenal", subrayó.
"Es la película a la que volvía cuando perdía un poco de vista para dónde ir", explicó Fadel, que además está presente en Cannes de nuevo con Pablo Trapero, con su filme "Elefante blanco", que protagoniza Ricardo Darín y que es otro de los platos fuertes del cine argentino en Cannes.
Y respecto a la participación de actores no profesionales, Fadel contó que, cuando logró llegar a la historia que quería contar, tuvo claro "que tenía que aportar otro tipo de registro a lo que había imaginado, y ahí fui en búsqueda de esos actores".
"En cine cualquiera puede ser actor, es cuestión de tener tiempo y poderse comunicar", consideró tras explicar cómo se hizo la búsqueda de potenciales actores sin experiencia.
El filme se financió con su dinero y el de amigos, con alguna pequeña aportación exterior, aunque Fadel no está en contra de la participación de la financiación pública en el cine nacional.
"Me parece que está bien que nuestros gobiernos aporten a la cultura, al arte -y mi rama es el cine-, me parece que está bien y debemos aprovechar esos recursos", indicó.
"Pero simplemente yo tenía ganas de no perder cierta vitalidad (...) no tenía ganas de dar vueltas dos años para lograr una financiación, un esquema de producción más grande", de modo que optó por trabajar "de manera artesanal, con el mismo grupo de amigos" con el que suele trabajar y hacerla de manera inmediata, puntualizó.
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